domingo, 13 de mayo de 2012

Animación digital en Chile


La Animación Digital, como es de esperarse, tiene distintas realidades dependiendo de los países en que nos leas. Para aquellos que nos leen desde Chile, nuestros amigos de AnimationWorks han realizado un estudio que nos habla un poco de la realidad que tenemos. Encuéntralo como siempre después del salto.






El mercado internacional de la animación digital se consolida día a día, percibida como una de las industrias con más crecimiento ya que junto a la de los videojuegos, factura más de US$75 billones de dólares por año [Fuente: Fundación Nasscom, India], pero en Chile la historia ha sido un poco diferente.
En Chile el mercado ha crecido lentamente y es la falta de visión e inversión de las empresas a nivel país, que no permite el desarrollo de este rubro como un negocio rentable. Actualmente, los principales “clientes” del mercado, si se pueden llamar así, de algún modo son los fondos concursables: CNTV, FONDO AUDIOVISUAL, CORFO.


El CNTV este año financiará obras audiovisuales con un monto que asciende a los $4.293.737.000 de pesos; por otra parte Corfo aporta con un subsidio de $30.000.000 de pesos [21 millones a largometrajes, y 9 a cortometrajes]; mientras el Fondo de Fomento Audiovisual repartirá más de $14.550.000.000 de pesos chilenos a proyectos audiovisuales, haciendo un total de $18.873.737.000.


Sin embargo, estos organismos culturales no poseen una visión orientada a crear unidades de negocio en torno a este medio. Si la hubiera, perfectamente un porcentaje de este dinero no sólo serviría para generar obras audiovisuales [que por cierto son cada vez de mejor calidad], sino que también podríamos convertir estas piezas audiovisuales en productos altamente exportables y comercializables, retroalimentando el mercado nacional e internacional, lo que en resumen fomentaría el trabajo para cientos de personas en nuestro país.


La responsabilidad por el profesionalismo del medio y las ganas por cambiar la historia de la animación en Chile existen. Buena prueba de ello es, por ejemplo, el taller "AnimationWorkshop" que la misma empresa se encuentra realizando y del cual te contamos también acá.


La Nueva Escuela Digital


Las expectativas y necesidades crecen, así es como desde AnimationWorks declaramos la iniciativa de crear la primera “Escuela de Artes Escénicas Digitales” que formaría, siguiendo el modelo de escuelas norteamericanas y europeas, a artistas calificados y especializados, listos para integrarse a una producción de estándar internacional.


Además, queremos proponer insertar la escuela como una carrera técnica en colegios de enseñanza media, que prepare a los alumnos para salir al campo laboral listos para ejercer su profesión.

sábado, 12 de mayo de 2012

La gran compañía de animación


Pixar, la empresa que fortaleció Steve Jobs





Conozca cómo el estudio de animación más exitoso de la historia se forjó gracias al entusiasmo y persistencia de tres hombres adelantados a su época: Ed Catmull, John Lasseter y Steve Jobs.

Su nombre es sinónimo de éxito y taquilla. Sus 22 premios Oscar y los más de 2.500 millones de dólares en recaudaciones confirman tal opinión. Pixar, el estudio de animación más exitoso en la historia del cine cumple 15 años ofreciendo sus geniales películas al mundo entero, y con tres proyectos confirmados entre 2011-2012 (Cars 2, Monsters Inc.2, Brave) pareciera que no pretenden parar de animar.

Pero la historia de Pixar es la historia de tres hombres: un científico creativo, Ed Catmull, un artista único, John Lasseter y un emprendedor visionario del que algo conocemos, Steve Jobs (sí, el mismo cuya muerte remeció al mundo). Ellos se encontraron en el momento justo y en el lugar adecuado, y desafiaron con arte las posibilidades tecnológicas de una época.
Steve Jobs tuvo en Pixar uno de sus más destacados emprendimientos y la forma en que participó del éxito de la compañía forma parte de la larga lista de legados que dejó este destacado emprendedor.  Pero la historia comienza antes. En 1975, John Lasseter se inscribió en CalArts, una escuela de arte fundada por Walt Disney en 1961. En una sala de clases plagada de talento,  fue compañero de grandes realizadores como el conocido Tim Burton, John Musker (La sirenita, Aladdin) y Brad Bird (Up, Ratatouille). Allí fueron instruidos por los antiguos colaboradores de Disney, conocidos como los “nueve ancianos”, quienes conocían a la perfección el arte de animar dibujos.

Luego de trabajar hasta de barrendero en Disneylandia, John fue contratado por la Disney para experimentar con la animación de fondos computarizados. Trabajó por más de un año en un proyecto visionario, único y nuevo, llamado The Brave Little Toaster (La Tostadora Valiente). Aunque hoy es considerada una película de culto para los amantes de la animación, luego de ver el estreno en privado, algunos directores de Disney pensaron que estas técnicas pondrían en riesgo la historia de la animación a mano y decidieron que la mejor opción era despedir a Lasseter de la compañía y olvidarse de estas posibilidades.
Pero John Lasseter estaba seguro de que la animación por computadora era el futuro. Estaba 20 años adelantado a su época.

Otro que pensaba parecido era Ed Catmull, un joven que soñaba con ser animador de dibujos, pero que por no confiar en sus potencialidades se decidió a estudiar Ciencias Informáticas. En la universidad se dio cuenta de que podía unir sus dos mundos a través de la animación gráfica por computador. Allí trabajó en el desarrollo de las curvas, movimientos y texturas; y luego de un par de años se graduó con un doctorado en una tecnología que prácticamente él mismo había desarrollado.

Con conocimiento avanzadísimo en animación digital para la época, Ed Catmull fue contactado por George Lucas, quien lo contrató inmediatamente para desarrollar una nueva división computarizada en LucasFilm, donde pudiera inventar herramientas de producción digital que solucionaran los problemas que Lucas tenía con algunos efectos especiales.
Ya hemos hablado mucho, pero ¿y Pixar?, bueno, el primer gran paso para la formación de la compañía se dio en un barco. En una conferencia de animación gráfica realizada a bordo delQueen Mary, Ed Catmull, se topó con John Lasseter, y le preguntó cómo iba todo el asunto de la Tostadora Valiente. John le contó todo lo sucedido con Disney y Ed, al conocer la historia, lo invita en ese mismo lugar a unirse a él en la división de LucasFilm.
Desde un principio, el trabajo de esta nueva sociedad fue fructífero y motivador. Lasseter desafiaba a los técnicos con nuevas propuestas, mientras los técnicos sorprendían a Lasseter con innovadoras posibilidades de animación. Juntos crearon André, un corto animado que tomaba las técnicas del dibujo a mano y las llevaba a la computadora.

El gran desafío en ese tiempo era generar la tecnología necesaria para llevar a la pantalla, lo que estaba en la imaginación. A mediados de los ochenta, para mejorar la velocidad y resolución de las gráficas, el grupo de Ed Catmull desarrolló la Computadora de Imágenes, Pixar, la más poderosa de su época. Por ahora, ya sabemos de dónde sale el nombre Pixar.